Tabla de contenidos
Consumo ético
Es un consumo en el que se introducen los valores como una variante importante a la hora de consumir, valoramos las opciones más justas y solidarias, no basándonos en nuestro beneficio.
Este tipo de consumo implica dos aspectos fundamentales:
- Búsqueda de información y la formación de un pensamiento crítico con la realidad que nos rodea, cuestionándonos que hay detrás de cada cosa que consumimos y cuáles son sus consecuencias.
- Reducción de nuestros niveles de consumo como una opción ética.
Consumo ecológico
El Consumo Ecológico incluye las tres «erres» del movimiento ecologista: Reducir, Reutilizar y Reciclar.
También incluimos elementos como la agricultura y ganadería ecológicas, la opción por la producción artesana, etc.
Consumo solidario
En un consumo solidario, tenemos en cuenta las condiciones laborales en las que se ha elaborado un producto. Se trata de pagar el precio justo por un trabajo, eliminar la discriminación y potenciar alternativas sociales y de integración.
El comercio justo es un movimiento que aglutina productores, organizaciones sociales, importadores y consumidores, teniendo como objetivos prioritarios:
- Fomentar y potenciar el consumo responsable en nuestras sociedades.
- Reducir la pobreza de los países empobrecidos, gracias a un sistema solidario que dé a los productores acceso a los mercados.
Consejos para un consumo responsable
La organización Ecologistas en Acción ha publicado una serie de consejos para un consumo responsable en fiestas y celebraciones; los mismos son:
- Antes de comprar algo, reflexiona detenidamente si realmente se necesita comprarlo o si solo te estás guiando por la publicidad.
- Si te decides a comprar algo, averigua muy bien de qué materia prima se fabrica, en que forma su proceso de manufacturación impacta al medio ambiente y si genera algún daño o Injusticia social.
- Considera qué impacto al medio ambiente tiene el uso de lo que piensas comprar.
- Cada vez que compres algo, debes pensar en los residuos y la basura que genera.
- Evita los productos de «usar y tirar», si no son estrictamente necesarios.
- Rechaza las bolsas de plástico que dan en supermercados y comercios, si puedes, lleva tus propias bolsas de tela, de papel o de cartón.
- Compra el contenido y no el envase. Muchas veces se paga más por los envoltorios que se tiran directamente a la basura que por el contenido.
- Recicla antes que comprar, muchas de las cosas que están para tirar pueden volver a utilizarse de otras maneras y formas, usa tu imaginación.
- Evita las latas y los productos muy envasados. Las fiambreras y los tarros de cristal son una forma más ecológica que guardar los alimentos en plástico y aluminio.
- Elige productos con envases retornables o reutilizables.
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