¿Cómo afecta la glándula tiroides al funcionamiento del cuerpo?
La glándula tiroides se encuentra en la parte anterior y superior de la tráquea, tiene forma de mariposa y se encarga de producir una serie de hormonas (triyodotironina y tiroxina) que son esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo humano (influyendo tanto en el metabolismo energético, como en el crecimiento y desarrollo, regulación de la frecuencia cardíaca e incluso en el estado y aspecto de nuestra piel).
Cuando esta glándula falla nos encontramos ante un trastorno hormonal que va a afectar indudablemente nuestra calidad de vida. Si la tiroides produce un bajo nivel de hormonas estamos ante lo que denominamos Hipotiroidismo y cuándo por el contrario, la producción es en exceso se denomina Hipertiroidismo.
? Síntomas frecuentes de Hipotiroidismo: cansancio, incremento del peso corporal, edemas, insomnio, estreñimiento, piel áspera, trastornos menstruales, apatía…etc.
? Síntomas frecuentes de Hipertiroidismo: pérdida de peso, nerviosismo, ritmo cardiaco elevado, cambios de humor, trastornos intestinales, insomnio…etc..
¿Cuál es el efecto del deporte?
La actividad física complementa de manera positiva el tratamiento farmacológico en las personas con trastornos de la glándula tiroides, sobre todo en personas con hipotiroidismo ya que acelera el metabolismo y estas personas tienen un metabolismo más lento, en las personas con hipertiroidismo, sin embargo, el ejercicio debe practicarse con cautela ya que estas personas suelen presentar una densidad mineral ósea menor y por lo tanto tienen un riesgo mayor de fractura si se practica deporte a altas intensidades y durante periodos largos de tiempo.
Las personas con hipotiroidismo presentan un cansancio crónico debido al inadecuado suministro sanguíneo y reparto de nutrientes a los músculos, lo que compromete la resistencia y la capacidad para realizar ejercicio a parte también de problemas músculo-esqueléticos que inducen a fatiga y mialgia por esfuerzo. Todo esto hace que la adherencia a una vida activa sea más difícil.
Sin embargo, el ejercicio físico ha desvelado ser una herramienta importante que mejora considerablemente la sintomatología de estos pacientes y por lo tanto su calidad de vida.

Un entrenamiento estructurado de fuerza y de resistencia aeróbica provocan una serie de adaptaciones fisiológicas sobre los niveles de las hormonas tiroideas, disminuyendo el cansancio crónico, el insomnio, mejorando la adherencia al tratamiento farmacológico y la intolerancia al ejercicio.