¡Sardinas al horno riquísimas y sin olores en casa!
Las sardinas son un pescado azul de primavera y verano, una fuente de nutrientes y propiedades muy beneficiosas para la salud.
Además, es uno de los pescados con menor cantidad de mercurio, gracias a su corta vida, así que… ¡anota!
¡Estas sardinas al horno son ideales para la dieta de las mujeres embarazadas!
✅ Son ricas en proteínas de alto valor biológico, es decir, de muy buena calidad, ya que se absorben en gran cantidad y además son una de las mejores fuentes de ácidos grasos poliinsaturados omega 3 , lo que contribuye a la disminución de los triglicéridos y del colesterol.
✅ Por su contenido en grasas y proteínas resultan un alimento muy saciante, a pesar de su bajo aporte energético, y otro de sus nutrientes mayoritarios es el fósforo, de hecho resultan ser una de las mayores fuentes de este mineral.
INGREDIENTES
? 1/2 kg de sardinas limpias
? Sal gruesa para hornear
Para el picadillo:
? Cebolla
? Pimiento verde
? Pimiento rojo
? Tomate
? Limón
? Perejil
? Aceite de oliva
ELABORACIÓN
? Lava las sardinas con agua fría y sécalas con papel de cocina. Límpialas o pídele a tu pescadero que le quite las tripas.
? Cúbrelas con papel de horno y esparce una capa de sal para hornear, de manera que cubra el fondo. Esto tiene una doble finalidad ya que, por un lado, ayuda a salar las sardinas y, por otro lado, evita en gran parte los desagradables olores que se forman en la cocina, ya que la sal va recogiendo los jugos.
? Coloca encima las sardinas (sin que estén unas encima de otras y si puede ser en direcciones diferentes, mejor).
? Esparce un poco de sal sobre ellas para hornear.
? Hornea a 200 grados, calor arriba y abajo, sin ventilador y durante 15-20 minutos.
? Para asegurarte, cuando lleven 15 minutos, saca una y comprueba si la piel se desprende fácilmente (si las sardinas son muy frescas favorece que la piel se desprenda) y el interior está jugoso, sin partes crudas. En función de cómo esté, decide si las sacas ya o las dejas unos minutos más.
? Trocea la cebolla, los pimientos y el tomate. Mézclalos y añade un chorrito de limón exprimido, un toque de ralladura de limón, perejil y un buen chorrito de aceite de oliva.