¿Os acordáis de la famosa activista Erin Brockovich? Fue caracterizada muy bien por la actriz Julia Roberts en la película del mismo nombre. Erin le ha declarado la guerra a la farmacéutica Bayer por el anticonceptivo marca Essure. La principal “ventaja” de Essure es que consigue la esterilización de la mujer que lo porta sin que haya que recurrir a la “cirugía invasiva”. Se trata de un artilugio metálico que instalado en la trompas de Falopio bloquea la liberación de óvulos para la fertilización. También se pregona como alternativa a la ligadura de trompas entre quienes no desean ser fértiles.
Pero entre sus reacciones adversas incluyen alergias, hemorragias, perforación uterina, daño de órganos e incluso la muerte. En Internet pueden encontrarse grupos de afectadas y de apoyo como el facebook de Ohio E-Sister o Essure problemas. Están reproduciéndose las quejas, demandas judiciales y petición de retirada del mercado del método anticonceptivo permanente.
En España también están apareciendo mujeres dañadas por este dispositivo metálico. G., una mujer afectada, me comenta: “Somos pocas las mujeres que asociamos nuestros problemas de salud al dispositivo anteriormente indicado. Yo misma tardé un año y hasta mediados de éste no encontré la página en Facebook que para mí fue una balsa de salvación. No sólo por el hecho de que tenemos que afrontar los dolores y demás, sino también has de luchar contra el sistema sanitario en general ya que nadie da credibilidad cuando asocias tus dolencias y tus síntomas al dispositivo y así lo expones”.
Bayer enfrenta en la actualidad múltiples demandas colectivas y las investigaciones del gobierno de Estados Unidos sobre la seguridad de sus variados productos anticonceptivos. A mediados de diciembre pasado supimos que Bayer va a pagar 1.800 millones de dólares a 9.200 afectadas por sus anticonceptivos. La compañía farmacéutica alemana ha llegado a acuerdos extrajudiciales con mujeres que habían demandado en los tribunales por los daños provocados por los anticonceptivos Yaz y Yasmin. Las demandantes sufrieron trombosis y embolias pulmonares. Esto supone un nuevo reconocimiento de Bayer de la peligrosidad de ese grupo de fármacos cuyo principio activo es la drospirenona (existen muchas más marcas en el mercado y millones de mujeres los toman). Los datos provienen del propio informe que la farmacéutica realiza para informar a sus accionistas. Hay que destacar que la indemnización se hace sin reconocimiento de responsabilidad por haber causado esas reacciones adversas en concreto. Lo que quiere Bayer es librarse de la mala imagen que les darían todo esos pleitos, desarrollados durante años y de tener que indemnizar a sus víctimas con cantidades mayores, segura de que perdería los juicios.
El tromboembolismo venoso consiste en la formación de coágulos de sangre en el interior de las venas, la mayoría de las veces en las piernas (trombos). Estos coágulos pueden quedarse en el lugar en el que se producen generando un cuadro de trombosis venosa en una zona localizada, pero en determinadas ocasiones pueden llegar a desplazarse hacia los pulmones produciendo lo que se conoce como embolia pulmonar.
Existe preocupación en todo el mundo por el número escandaloso de muertes relacionadas con esta familia de fármacos y hay fabricantes de los mismos en apuros en los tribunales. Las conclusiones de las agencias reguladoras de fármacos intentan proteger los intereses de los laboratorios pues hay un mercado gigantesco en juego.
En 2013 nos enteramos de que estas pastillas están relacionadas con la muerte de al menos 23 personas sólo en Canadá. Francia incluso ha paralizado la comercialización de Diane 35, un fármaco antiacné que se usa con frecuencia como anticonceptivo, al vincularlo con varias muertes.
No son hechos aislados. Otros tipos de anticonceptivos también están en el punto de mira. Es el caso del anillo vaginal marca NuvaRing. La revista Vanity Fair ha publicado un artículo titulado ¿Por qué el potencialmente letal anticonceptivo NuvaRing está todavía en el mercado? La publicación “popular” explica los fallos en la seguridad del anillo vaginal del mismo nombre fabricado por laboratorios Merck, Sharp & Dohme (MSD). La principal acusación contra este problemático anticonceptivo es su supuesta responsabilidad en la formación de coágulos, trombosis e incluso en la muerte de mujeres que lo utilizaban.
Marie Brenner, la autora del artículo, investigó el dispositivo –el cual está impregnado con hormonas, que son liberadas durante tres semanas luego de ser insertado– cuyos efectos adversos habrían sido la causa de la embolia pulmonar que provocó la muerte de Erika Langhart, de 24 años de edad. “Quiero advertirle a cada madre y a cada hija que no usen el producto que mató a mi niña”, declaró a la revista Karen Langhart, la madre de la estudiante de derecho.
Existe preocupación en todo el mundo por el número escandaloso de muertes relacionadas con esta familia de fármacos y hay fabricantes de los mismos en apuros en los tribunales. Más de 1.000 demandas, por ejemplo, sólo por el peligroso NuvaRing.
Pienso que es fundamental informarse antes de tomar cualquier fármaco y más en concreto antes de usar este tipo de anticonceptivos. La buena información puede ahorrarnos muchos daños que lamentar.
MIGUEL JARA. Autor del libro: “Vacunas, las justas. ¿Son todas necesarias, eficaces y seguras?” (Península, 2015)
Artículo publicado en la Revista Vivo Sano nº6