¿Crees que la positividad podría influir en nuestra mente y nuestro cuerpo?
Hoy os traigo un tema interesante y polémico a partes iguales: la importancia de pensar en positivo y su repercusión en el todo que somos constituido por el dúo mente-cuerpo.
Para empezar tenemos que partir de la premisa de que existe algo en nosotros esencial y a la vez invisible a los ojos (como decía el gran Antoine de Saint-Exupéry), y con esto me refiero a la mente y a las emociones y sentimientos. Son cosas intangibles que sin embargo no podemos negar y que repercuten en cada momento de nuestra existencia. Una vez reconocidas estas dimensiones de nuestro ser y, habiéndoles dado el lugar que merecen, pasaremos a explicar cómo se relacionan con una actitud positiva.
La actitud positiva no se trata de ir por la vida siendo un iluso y un inconsciente cerrando los ojos ante las realidades negativas, sino que se trata de procurar alinearnos con la alegría y la ecuanimidad, tendencias de pensamiento que nos ayudarán a ser más resilientes ante cualquier acontecimiento que se nos presente.
Una actitud positiva puede afectarnos a nosotros y a quienes nos rodean
Y es que está demostrado por numerosos estudios que una actitud positiva tiene enormes repercusiones sobre nosotros mismos y sobre todos los que nos rodean.
No puedo afirmar categóricamente que existan las energías positivas y negativas ya que no estoy facultada para ello y tampoco he encontrado mucha literatura convincente y contrastada que lo corrobore, pero lo que si os puedo decir con total seguridad y bajo mi experiencia personal es que en un mismo hecho adoptes una actitud positiva o negativa puede tener un impacto emocional totalmente diferente sobre ti mismo.
Y es que no nos afectan las cosas que nos pasan sino el cómo las interpretamos y la lectura y aprendizaje que consigamos sacar de cada hecho objetivo. Por supuesto sobra decir que me estoy refiriendo a hechos cotidianos y no a muertes de seres queridos, accidentes…etc.

Nuestra salud física y mental se verá beneficiada con una buena actitud
El día a día y sus pequeños acontecimientos son los que construyen la vida en su conjunto, y la actitud que decidamos adoptar hará florecer en nuestro interior sentimientos y emociones de gratitud, alegría y optimismo o de tristeza, rabia, rencor y negatividad. Y todo esto repercutirá de una forma u otra en nuestra salud física y mental dando lugar a un estado emocional estable o a uno alterado que nos traerá problemas como ansiedad, emociones mal gestionadas, dolor, resentimiento, cefaleas, tensión, contracturas musculares, dolores de estómago, afecciones dermatológicas derivadas del estrés y un largo etc. de enfermedades.
Y es que no podemos obviar que la mente y el cuerpo están en constante interacción y se afectan mutuamente por mucho que todavía sigan existiendo personas hoy en día que nieguen todo esto.
Así que coge aire, sonríe y sigue hacia adelante porque en tu mano está decidir cómo quieres ver la vida, o como decía Albert Einstein:
“Existen dos formas de ver la vida: una es creer que no existen los milagros y la otra es creer que todo es un milagro”.
Te animo a que lo pruebes una temporada y luego nos cuentes en comentarios cómo te has sentido.
Tú decides.
