La infertilidad masculina y femenina puede estar relacionada en determinados casos con la presencia en el subsuelo del lugar en donde vivimos, especialmente de la vertical de la cama, de alteraciones geofísicas, como son corrientes de agua subterránea o fisuras geológicas.
Al estar sometido a estas influencias nocivas, el organismo no es capaz de realizar correctamente sus funciones metabólicas, lo cual puede llevar a la infertilidad y en determinados casos al aborto.
El sistema inmunológico, así como los sistemas nervioso, endocrino y hormonal se ven afectados; aunque, lógicamente, cada persona es distinta y los efectos se mostrarán más o menos aguda y rápidamente en unos que en otros, pero a largo plazo todos los que estén sometidos a una zona geofísicamente alterada padecerán sus efectos nocivos.
Cuando en las pruebas médicas no se observa ninguna causa para no concebir hijos, el problema suele residir en dicho lugar. Es frecuente comprobar cómo cuando una pareja lleva varios años intentando tener hijos sin conseguirlo, al cambiar la ubicación de los lugares de estancia prolongada, especialmente la cama, logra el embarazo al poco tiempo.
Estos casos son bastante usuales entre las parejas que duermen encima de una alteración telúrica, al igual que otros en que la mujer logra concebir, pero al poco tiempo sufre un aborto. Se ha dado incluso algún caso en que la mujer ha quedado embarazada en el transcurso de las vacaciones, pero al volver a su domicilio ha abortado a los pocos meses.
Estos problemas generalmente desaparecen al cambiar la cama de lugar, y la situación suele evolucionar rápida y favorablemente una vez colocada la cama en un lugar neutro.
EL BUEN DORMIR
Hemos de tener en cuenta que en la cama pasamos gran parte de nuestra vida (un tercio aproximadamente); de ahí que la influencia de cualquier estímulo favorable o desfavorable tenga una gran incidencia sobre la salud, aparte de que durante el sueño el organismo libera las tensiones físicas y psíquicas acumuladas durante el día y el nivel de las ondas cerebrales desciende al mínimo. En cambio, si nos encontramos sobre una zona alterada (en especial si lo está geofísicamente) las ondas cerebrales no llegan a descender a los ciclos más profundos o bien no lo hacen durante el tiempo necesario para permitir que el organismo se reequilibre. Ello da lugar a estados de tensión acumulada y a ciertos síntomas, como la sensación de irritación y cansancio al despertar, que no son sino emisarios de problemas más graves que podrían producirse en el futuro de seguir permaneciendo en dicho lugar patógeno.
La regulación homeostática trata de mantener el equilibrio del sueño para que durmamos el tiempo necesario. Y también el sueño se regula cronobiológicamente con el ciclo geofísico del día (actividad) y la noche (descanso). Pero cuando se altera este reloj biológico de actividad y descanso pueden aparecer un gran abanico de desórdenes fisiológicos.
Existen diferentes factores que pueden alterar nuestro reloj biológico: intensidad lumínica, horarios laborales y sociales o viajes a grandes distancias, que pueden conllevar somnolencia o insomnio, y provocar déficit de atención y concentración, cambios de comportamiento, depresión… ocasionados en buena medida por la alteración de la secreción de la hormona melatonina en el organismo. Y uno de los elementos alteradores hormonales es la perturbación geofísica y electromagnética ambiental. Tras inspeccionar ciento treinta granjas, el doctor Joseph Kopp comprobó que las vacas situadas en zonas geofísicamente alteradas presentaban una elevada tasa de enfermedades en comparación con las que estaban en lugares neutros. Los trastornos más usuales eran pérdida de peso, reumatismo articular, degeneración uterina y abortos. Incluso los terneros en muchos casos morían al poco tiempo de nacer.
Al principio del embarazo, el organismo de la mujer incrementa la producción de progesterona, para preparar el útero para acoger al embrión. En esta etapa suele producirse cansancio, desvitalización, somnolencia o dolores de cabeza durante el día e insomnio durante la noche, efectos que pueden verse agudizados por estar en zonas geofísicamente alteradas o sometidas a campos electromagnéticos. La mala calidad del sueño (problemas para conciliar el sueño, sueño intranquilo, despertarse con la sensación de no haber descansado lo suficiente…) se puede prevenir en buena medida buscando un lugar libre de alteraciones geofísicas y de campos electromagnéticos artificiales. Además, una alimentación ligera, hidratación y ejercicio moderado suelen ser también buenos aliados. Sin olvidar las técnicas de relajación y la meditación.
TORMENTAS GEOMAGNÉTICAS
Según los trabajos realizados en el Laboratorio de Astronomía Solar de Rayos X del Instituto Físico de la Academia de Ciencias de Rusia, el 18 de marzo de 2019 una tormenta solar alcanzará nuestro planeta. Pero tres días antes ya se darán alteraciones geomagnéticas que podrán producir un importante efecto biológico, especialmente en los organismos más sensibles, caso de los nonatos.
He podido observar a lo largo de los años, que las tormentas geomagnéticas producen en los organismos vivos un efecto similar al que se da cuando están viviendo sobre alteraciones geofísicas, que producen, asimismo, importantes variaciones del campo magnético local, entre otras distorsiones geofísicas. Pero la diferencia estriba en que la tormenta solar provoca una modificación pasajera del campo geomagnético, y la alteración geofísica la provoca de forma permanente. Puede que no sea tan fuerte, pero a la larga el efecto puede ser demoledor para determinados organismos, como es el caso de los mamíferos, entre los cuales nos encontramos y más especialmente sobre los nonatos.
Aunque los casos más preocupantes para las mujeres embarazadas se dan cuando coincide la estancia prolongada en un lugar geofísicamente alterado por una estructura del subsuelo (corriente de agua, fractura geológica…) y una tormenta solar. En estos casos es importante salir de la zona alterada y tratar de compensar el fuerte estrés que puede darse durante los días en que la tormenta geomagnética afecta al planeta.
Si a estos dos fenómenos añadimos que coincide una fase lunar de plenilunio, el riesgo biológico y sobre el descanso y el comportamiento aumenta notoriamente, y todo ello tiene un efecto directo sobre la mujer embarazada y el nonato.
PLENILUNIO
Científicos de la Universidad de Basilea en Suiza han comprobado que en las noches de plenilunio, el sueño es de peor calidad, se duerme menos y es más difícil conciliar el sueño.
Muchas personas, sin necesidad de estudio científico alguno, comprueban en sí mismas que durante esas fases de la luna duermen notablemente peor.
Para descartar que la intensidad de la luz en esas fases lunares fuese la causa de la alteración del reloj biológico y la menor segregación de melatonina por la noche, una hormona inductora del sueño, los autores de la investigación trabajaron con los 33 voluntarios en un ambiente controlado de laboratorio en el que los participantes no conocían las fases lunares. Tras medir la actividad cerebral, los movimientos oculares y la segregación hormonal, comprobaron que los participantes respondían inequívocamente a los ritmos geofísicos provocados por la luna.
Según Christian Cajochen, científico principal de la investigación y psiquiatra del Hospital de la Universidad de Basilea, los resultados muestran que durante la fase de luna llena la actividad cerebral relacionada con el sueño profundo descendió un 30%. Asimismo, comprobó que los participantes tardaron en quedarse dormidos cinco minutos más que en otras fases lunares y el sueño terminó 20 minutos antes. Además, la sensación del sueño fue peor, menos reparador. Y un dato inequívoco es que sus niveles de melatonina fueron más bajos.
Cajochen concluye que los efectos comprobados constituyen la primera evidencia convincente de que los ciclos lunares pueden modular el sueño en humanos incluso cuando no ven la luna y no tienen conocimiento de la fase lunar real, tal como sucedió en esta investigación, y asegura que siete de los 28 días del ciclo lunar dormimos peor por los efectos geomagnéticos y electromagnéticos de la luna, sin dejar de lado los posibles efectos que produce la luna sobre el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo.
CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS ARTIFICIALES
Los estudios realizados por David A. Savitz en la Universidad de Carolina del Norte, mostraron que el uso continuado de ordenadores producía malformaciones del feto en las mujeres embarazadas y aumentaba la probabilidad de aborto y el riesgo de que sus hijos padecieran tumores cerebrales (250% superior al normal) o desarrollasen leucemias (70% más de probabilidades).
Goldhaber, Polen y Haitt, llevaron a cabo un estudio epidemiológico sobre 1.583 mujeres embarazadas que trabajaban más de 20 horas semanales con ordenador y comprobaron un aumento significativo de más del doble de abortos, en comparación con el grupo control. Igualmente, se produjo un elevado número de malformaciones en los fetos.
RELAJACIÓN Y MEDITACIÓN
Si meditar es bueno en cualquier etapa de la vida, más lo puede ser durante el embarazo. Cuando la mujer medita durante el embarazo lo hace junto a su futuro hijo y entre los dos se crea una sinergia que crea un especial estado de serenidad para ambos. Es una meditación compartida que da estabilidad emocional a la mujer y se transmite el nonato gracias a una menor tensión corporal, una respiración más regular y una mayor serenidad.
Gracias a la meditación la mujer embarazada logra descansar mejor y más profundamente y el nonato se encuentra más relajado y seguro. Además, la meditación se convierte en un manantial de vitalidad que aporta la energía necesaria para afrontar con armonía y positividad el embarazo, y se reduce el estrés, tanto físico como psíquico, gracias a la regulación de la segregación hormonal.
Para más información: Serena mente. La práctica de la mente serena. Ediciones i
CALEFACCIÓN RADIANTE ELÉCTRICA EN SUELOS Y TECHOS
Puede crear campos electromagnéticos de niveles muy peligrosos, en especial para las mujeres embarazadas y los recién nacidos.
Los trabajos de investigación realizados por la Kaiser Foundation Research Institute y el California Department of Health Services, publicados por la revista Epidemiology indican que las mujeres embarazadas que están expuestas a campos electromagnéticos, podrían tener un mayor riesgo de abortar. Los datos fueron obtenidos tras el seguimiento de 1.000 mujeres, desde el principio de sus embarazos, expuestas a campos electromagnéticos habituales en su vida diaria. Las probabilidades de abortar se elevan conforme aumenta el nivel de exposición. Los riesgos fueron más altos durante las 10 primeras semanas del embarazo, lo que demuestra la mayor sensibilidad de los nonatos.
ALTAS FRECUENCIAS
El 4 de septiembre de 2008 el Parlamento Europeo mostró su inquietud ante los riesgos de la exposición a campos electromagnéticos en los textos aprobados en la Resolución del propio Parlamento Europeo sobre Medio Ambiente y Salud, especialmente en dos de sus puntos:
“Manifiesta gran interés por el informe internacional BioIniciative sobre los campos electromagnéticos, que resume más de 1.500 estudios dedicados a este tema, y cuyas conclusiones señalan los peligros que entrañan para la salud las emisiones de telefonía móvil, tales como el teléfono portátil, las emisiones UMTS-Wifi-Wimax-Bluetooth y el teléfono de base fija DECT”.
“Constata que los límites de exposición a los campos electromagnéticos establecidos para el público son obsoletos, y no abordan la cuestión de los grupos vulnerables, como las mujeres embarazadas, los recién nacidos y los niños”.
El Instituto Karolinska de Estocolmo en Suecia ha realizado un comunicado advirtiendo de los riesgos de estas tecnologías inalámbricas:
“Los científicos afirman que urge detener la difusión de wireless y establecer nuevas normas de seguridad con especial advertencia sobre los riesgos para niños y mujeres embarazadas”.
VITROCERÁMICAS Y PLACAS DE INDUCCIÓN
Emiten un fuerte campo magnético, especialmente intenso a la altura de la cintura, por lo que las mujeres embarazadas deben tener especial cuidado en evitar su influencia.
MANTAS ELÉCTRICAS
Según los trabajos realizados por Nancy Wertheimer, de la Universidad de Colorado, se constatan alteraciones en el período de gestación, así como un aumento del número de abortos, relacionados con el uso de mantas eléctricas. En sus conclusiones, Wertheimer acusa al uso de la manta eléctrica y al campo magnético que genera, del menor ritmo de crecimiento de los fetos expuestos. Recomendación: especialmente a las mujeres embarazadas, abstenerse de usarla o al menos, desenchufarla de la red eléctrica después de calentar la cama antes de acostarse.
La Declaración de Friburgo, realizada por la Asociación Interdisciplinar para la Medicina Ambiental, confirma que: “Ya nadie se puede librar del todo de las microondas pulsantes.
Éstas incrementan el riesgo de la acción de factores químicos y físicos ya existentes en el medio ambiente, sobrecargan adicionalmente el sistema inmunológico y pueden acabar con los mecanismos de regulación que hasta ahora hacían de contrapeso. Especialmente amenazados se encuentran las embarazadas, los niños, los adolescentes y las personas mayores y enfermas”.
RAÚL DE LA ROSA. Autor del libro Geobiología, medicina del hábitat. Ediciones i
Artículo publicado en la Revista Vivo Sano nº21