Mabel Katz imparte seminarios por muchos países y está reconocida como una gran experta en Ho’oponopono, un antiguo arte hawaiano para atraer felicidad, paz y eficacia en la vida.
Sus técnicas, basadas en la responsabilidad, el perdón y la gratitud, se dirigen a lograr un estado en el que la persona se libera de memorias restrictivas y reflexiones limitadoras.
Honrada con la prestigiosa Bandera de la Paz 2012 Mil Milenios, que reconoce su iniciativa de paz mundial, “paz interior ES paz mundial”, Mabel Katz fue oficialmente nombrada una de las embajadoras de la paz más distinguidas del mundo, y el 1 de enero de 2015 recibió el prestigioso Public Peace Prize (Premio del Público por la Paz) como Tejedora de Paz.
Cada día hay más personas con problemas que les superan y de los que no ven cómo salir. ¿Qué les recomendarías?
Bueno, en realidad que se relajen, que suelten y que confíen. ¿Qué es lo que pasa? Nosotros hemos creado todos estos problemas y la parte que tiene la solución no es la que los creó. Eso decía Einstein, no podemos utilizar la misma parte que ha creado el problema, ésa no tiene la solución. Nosotros siempre estamos pensando, siempre nos estamos preocupando, y esto justamente es resistir, y lo que resistimos persiste. Por eso atraen problemas, los problemas tardan en solucionarse, realmente tenemos que darnos cuenta, despertar, darnos cuenta de quiénes somos, y que tenemos una parte nuestra que sabe, pero que si no nos relajamos y no soltamos y no confiamos, no nos puede ayudar.
¿Cuál es la fórmula para “borrar tus problemas”?
Bueno, en Ho´oponopono hablamos de borrar problemas, decimos que los problemas son programas, son memorias, que están tocando nuestro subconsciente, que realmente no necesitamos entenderlos, que no necesitamos analizarlos, simplemente ser consciente de esto, tomar ciento por ciento de responsabilidad, ¿qué es lo que está adentro mío, que está trayendo esto? Y, como dije antes, sin necesidad de entender, soltarlos. Hay una parte nuestra que puede borrarlos. Nuestra parte es iniciar esto de borrar porque tenemos que dar permiso para que se borren; entonces tenemos que apretar esa tecla de borrar en el ordenador y la computadora ya sabe, es como darle permiso a la computadora para que borre. Eso es lo que tenemos que hacer.
¿Crees que se puede atraer la felicidad o la abundancia? ¿De qué forma?
Todo empieza por ser felices, y estar en paz, y luego viene la abundancia; todo lo que necesitamos viene, como dicen, por añadidura. Nosotros aprendimos al revés, que cuando íbamos a tener el dinero por ahí íbamos a ser felices. Cuando teníamos la casa, ahí íbamos a ser felices, pero en realidad es todo lo contrario. Y la felicidad es una decisión, porque no depende si tengo o si no tengo. No depende, por ejemplo, de estar en paz porque ahora no tengo problemas, puedo estar en paz aun si tengo problemas. Empiezo por elegir ser feliz, elijo estar en paz, y después realmente todo viene, nos convertimos en imanes.
¿Qué puede aportar el Ho´oponopono a la gente estresada de hoy en día?
Bueno, como dije, justamente esto de relajarnos, de no crearnos tantos problemas, de no culparnos o de quejarnos, si, entonces, definitivamente, aprendemos a estar en paz, y nos damos cuenta de que podemos estar en paz, no importa lo que esté pasando a nuestro alrededor. Realmente esta es la base, debemos reprogramarnos porque aprendimos exactamente todo lo contrario, sí, si no nos preocupábamos éramos irresponsables, si no usábamos la cabeza, éramos tontos; entonces debemos reaprender, reprogramarnos.
Háblanos de tu técnica Frecuencia Cero. ¿En qué consiste?
Bueno, justamente, consiste en cómo puedo estar en esta frecuencia, en esta corriente que me va llevando, que de repente parece que tengo suerte, que las cosas se me empiezan a dar, pero es porque yo me puse en esa frecuencia, me puse en esa corriente, y empiezo de traer otro tipo de cosas.
Frecuencia Cero es justamente cuando no me estoy preocupando, justamente cuando no estoy pensando, cuando, por ejemplo, estoy haciendo lo que amo, estoy en esa Frecuencia Cero, y parece que tengo suerte, que las cosas me vienen, que se me abren las puertas. Necesitamos ponernos en esa frecuencia, podemos, como dije antes, elegir ser felices, podemos elegir confiar en nosotros, darnos cuenta de que podemos hacer lo que amamos, hacer dinero y estar bien.
Aprendimos a trabajar por el dinero, en algo que no nos gustaba, pero bueno, necesitaba trabajar. ¿Quién soy? La pregunta más importante, ¿qué es lo que haría, aunque no me pagasen? Es muy importante. ¿Cuál es mi pasión? Es nuestro GPS interno, esa pasión, es lo que necesitamos, volvernos gente más apasionada, más espontánea. Es como volver a ser niños otra vez. Entonces, al ser feliz otra vez, cambiamos no solo nuestra vida si no que afectamos a la de todos.
¿Qué recomendarías a los padres de niños con hiperactividad y otros trastornos del comportamiento tan frecuentes en nuestros días?
Los chicos realmente están un poco frustrados con nosotros, porque estamos dormidos y lo único que necesitan es que nosotros nos volvamos padres felices. Tenemos que poder aceptarnos y amarnos a nosotros, primero, como somos, y luego vamos a poder aceptar y amar a nuestros hijos tal cual son, en vez estar pidiéndoles que cambien, en que ellos, no sé, se conviertan en normales.
Abrácenlos, díganles “te amo, gracias por estar en mi vida”. Eso es lo único que necesitan escuchar. Es cierto que es lo que quisiéramos todos, ser amados y aceptados como somos. Que no nos pidieran ser algo que no somos. Dándoles esa seguridad, yo creo que ellos mismos van a encontrar su camino. Por otro lado, van a escuelas digamos normales y, bueno, son muy aburridas para ellos: si eran aburridas para nosotros, imagínense ahora para las nuevas generaciones.
¿Qué puede aportar el perdón y la gratitud a la vida de una persona?
Muchísimo, yo me di cuenta que si no perdonaba, el daño me lo hacía a mí. Eso fue una revelación y, bueno, tiene que llegar un momento en la vida en el que sepa que me quiero mucho, que no me voy a hacer más daño y me perdono adentro. No es que tenga que ir y realmente hablar con la persona y perdonarla, pero trabajo en esa reacción mía, hacia lo que me hicieron o me dijeron.
La gratitud es importantísima, te cambia la frecuencia. Yo siempre digo a la gente, agradezcan por lo que tienen, no se concentren en lo que creen que les falta. Entonces, inmediatamente, los dos el perdón y la gratitud, están unidas; un simple “gracias” en Ho´oponopono te trae, te vuelve al presente. Dar las gracias es pedir ayuda a la parte nuestra que realmente nos puede ayudar y nos permite estar más presentes, más felices y en paz.
¿Cómo lograr hacer realidad lo que una persona imagina que podría ser su vida pero que no sabe cómo lograr?
Bueno, aprendí a través de Ho´oponopono justamente que, en general, atraigo más de lo que puedo imaginar. Cuando sueltas le estás dando permiso a una parte tuya que te conoce, que te conoce mejor que nadie, que sabe lo que es correcto y perfecto, que sabe lo que te va a hacer realmente feliz. Pero no como cuando nosotros buscamos en el lugar equivocado y no terminamos de encontrar lo que estamos buscando…; lo que queremos realmente lograr en la vida es estar en paz y ser felices y esto sólo lo vamos a encontrar adentro.
Para mí esto es Ho´oponopono, tener una vida no como me le imaginaba, si no más de lo que me imaginaba, y solamente por el hecho, como dije antes, de soltar y confiar; esto es muy importante. Se van a sentir menos estresados y con menos carga sabiendo que, por ejemplo, ser un padre feliz es mucho más fácil que ser un padre perfecto o un profesional perfecto… Y, entonces, tenemos que volver a ser niños, tenemos que confiar, saber que todo lo que necesitamos va a venir cuando lo necesitemos, y ser mucho más espontáneos, abrir nuestras mentes en este momento de evolución fundamental. Porque la cosa es que lo que antes funcionaba, ya no funciona y tampoco volverá a funcionar. Los que tenemos que cambiar somos nosotros.
Realmente la vida puede ser, o es, fascinante; y, bueno, si tenemos que, de alguna forma, volar a ciegas, pero confiando, confiando, confiando…, no estaremos solos. Gracias.
Artículo publicado en la Revista Vivo Sano nº18