La Universidad de Stanford junto con el Dalai Lama creó el Center for Compassion and Altruism Research and Educaton y la Universidad de California Berkeley The Greater Good Cience Center, y cada día nacen más y más proyectos con el fin de cultivar la compasión, la bondad y el altruismo para lograr hacer de este mundo un mundo mejor.
COSAS QUE NO SABÍAS ACERCA DE LA COMPASIÓN
1. Nacimos para ser buenos
Nacimos para ser buenos. La empatía, la compasión, la amabilidad y la nobleza son rasgos que compartimos con otras especies, y ahora hay una creciente tendencia a recuperar estas cualidades en nuestra humanidad.
Darwin ya hablaba de la simpatía como el instinto evolucionado más alto, ya que las comunidades con mayores miembros empáticos florecerían mejor y favorecerían la supervivencia del grupo.
2. La compasión es sanadora
“Le puede sorprender, pero lo más innovador que he visto en el cuidado de la salud hasta ahora es una idea simple y comprobada, que la amabilidad tiene el poder de sanar. Durante mi tiempo en Dignity Health, he visto de primera mano el poder de la amabilidad para sanar y ahora la ciencia lo confirma”. Lloyd Dean, Presidente de Dignity Health. Forbes, mayo 2015.
Recibir un trato amable o compasivo en una consulta médica o terapéutica (esfuerzo por conocer al paciente, simpatizar con él, comunicarse con él, escucharlo y responder a sus necesidades) tiene como consecuencia resultados significativos positivos en la salud por la liberación de oxitocina:
-Reducción del dolor.
-Reducción de la ansiedad.
-Reducción de la presión arterial.
-Sanación de las heridas más rápidamente. l Estadías más cortas en el hospital.
-Reducción en la duración de resfriados.
Si se percibe al proveedor de salud como compasivo es más factible que el paciente siga sus recomendaciones. Ofrecer un trato amable o compasivo incrementa el tono vagal en el sistema nervioso central desactivando el sistema simpático (relacionado con estados de ataque/huida, miedo, desagrado, aislamiento, ansiedad, depresión) y activando el sistema parasimpático (relacionado con pausa, relajación, activación del sistema inmunológico, reducción de la presión arterial y del ritmo cardiaco, aumento de la creatividad, altruismo y apertura) teniendo como resultado mayor salud y felicidad.
3. Favorece las relaciones laborales
Un espacio de trabajo más amable beneficia a los empleados ya que es más probable que se sientan más comprometidos e involucrados, menos exhaustos y tengan clientes más satisfechos.
Una cultura de equipo amable, afectuosa, compasiva y cuidadosa permite que el equipo se apoye en asuntos laborales y personales, y produce:
-Menores niveles de burnout, menos ausencias no planificadas, mejor ánimo y mayor satisfacción en los empleados.
-Mejor calidad de vida para los grupos de interés.
-Más satisfacción con el empleador.
-Mayor disposición de recomendar la empresa a sus familiares y amigos.
4. Es la mejor estrategia de liderazgo
“No es no corregirlos, pero al elegir una respuesta compasiva cuando ellos saben que han cometido un error, no están destruidos, van a haber aprendido la lección y van a querer mejorar porque usted ha sido amable con ellos”. Jim Doty, neurocirujano en Stanford.
Las estrategias de dirección más amables logran:
- Disminuir el estrés en los empleados, aumentar el compromiso y lealtad a los jefes, aumentar la productividad, la creatividad y la capacidad para tomar mejores decisiones.
- Aumento en los ingresos.
- Disminución en los riesgos de demandas y pleitos legales.
5. Promueve el autocuidado
Ser autocompasivo requiere ser amable y comprensivo con nosotros mismos en momentos de dolor o fracaso, en vez de ser autocríticos, percibir nuestra experiencia como parte de la experiencia humana en vez de verla como aislante, y sostener los pensamientos y sentimientos negativos con conciencia plena en vez de identificarnos con ellos.
-Reduce la ansiedad y la depresión.
-Aumenta la felicidad, el optimismo y la satisfacción general de la vida.
-Mejora la regulación emocional.
-Mayor resiliencia ante retroalimentación negativa, fracasos o debilidades personales.
-Mayor conexión y satisfacción social; mejores relaciones.
-Mayor motivación y menos procrastinación.
La autocrítica activa el sistema nervioso simpático que es responsable de la respuesta “ataque o huida” cuando estamos en peligro, elevando las hormonas de estrés como el cortisol en nuestro sistema circulatorio. La autocompasión desactiva este sistema.
La autocompasión activa las hormonas de afiliación y amor, como la oxitocina, y activa el sistema de auto-calma incrementando la variabilidad de los latidos del corazón (HRV).
6. Es la mejor forma de estar en el mundo
Los actos de bondad o de ayudar a los demás te ayudan a ti. La neurociencia ahora nos demuestra que hay una conexión directa entre el altruismo y el cuidado y el propio bienestar. Llevar a cabo actos de bondad libera oxitocina, afina nuestros instintos sociales y estimula la red del cerebro asociada al placer y a la recompensa. Ayudar a otros aumenta la esperanza y el coraje y disminuye el miedo y la desesperanza.
REALIZAR ACTOS DE BONDAD ES UNA OPORTUNIDAD GANA-GANA
1. Nos hace más felices: eleva los niveles de dopamina en el cerebro al conectar con nuestra esencia y nos hace sentirnos bien acerca de nosotros mismos.
2. Salud cardiaca al producir oxitocina en el cerebro: es determinante en el sistema circulatorio al reducir la presión arterial.
3. Desacelera el envejecimiento: la oxitocina reduce los niveles de radicales libres e inflamación en el sistema cardiovascular y la activación del nervio vago.
4. Mejora las relaciones y la sensación de pertenecer a una comunidad: reduce la hostilidad e incrementa la compasión y la empatía.
5. Es contagiosa: tiene un efecto dominó en las personas que la reciben y que la presencian.
¿CÓMO PODEMOS COMPARTIR NUESTRA COMPASIÓN Y AMABILIDAD?
Algunas estrategias sencillas:
-Escuchar activamente con atención plena sin juzgar o interrumpir.
-Ofrecer contacto visual suave y no amenazante. Mantener una postura corporal abierta, inclinándose un poco hacia la persona que nos está hablando.
-Tener permanente conciencia de nuestra expresión facial y tono de voz.
-Hacer uso del poder del tacto cuando sea posible ya que esto puede comunicar calidez y sentimientos positivos.
-No aparentar que estamos ansiosos, aunque lo estemos; es irrespetuoso.
-Practicar meditación o atención centrada en la respiración o mindfulness.
-Practicar meditación de amor bondadoso.
-Realizar actos compasivos y actos de bondad con seres queridos y lejanos.
-Ofrecernos autocompasión y cariño.
El resultado que obtendrás es un aumento en tu presencia, en tu nivel de felicidad y una significativa mejora en la calidad de tus relaciones.
Vale la pena intentarlo. ¡Ánimo no hay tiempo que perder, puedes empezar ahora contigo mismo!
MARÍA PAULA JIMENEZ. Coautora del libro: “Un estilo propio”, Ediciones i
Artículo publicado en la Revista Vivo Sano nº9