Odile Fernández es mamá, médico de familia y superviviente de cáncer de ovario estadio IV.
Desde que superó un cáncer de ovario con metástasis en 2010, Odile Fernández ha estado compartiendo su experiencia y conocimiento de la enfermedad. A través de sus libros, conferencias – y vídeos, ha ido facilitando información y consejos para llevar una alimentación y un estilo de vida saludables dirigidos a enfermos con cáncer o cualquier otra enfermedad, y a personas sanas que quieren cuidarse y mejorar su vida. En esta entrevista Odile nos enseña cómo logró cambiar su vida:
“El cáncer me transformó, me enseñó a vivir y aprendí a nutrir mi cuerpo y mi mente”.
—Tú padeciste un cáncer en un estadio avanzado, tanto que desde la medicina oficial se consideraba incurable y con una esperanza de vida poco halagüeña. Pero la realidad es que hoy en día, años después, está totalmente erradicado. ¿Puedes explicarnos brevemente tu experiencia y la forma de afrontarlo?
Me diagnosticaron cáncer de ovario con múltiples metástasis (estadio IV) cuando tenía 32 años. La supervivencia a cinco años era del 5%. Me ofrecieron quimioterapia paliativa, para alargar la vida lo máximo posible, e intentar ralentizar la cuenta atrás, decía el oncólogo. Encajé muy mal la noticia. Como médico sabía a qué me enfrentaba, conocía los efectos secundarios de la medicación y la esperanza de vida tan reducida que me esperaba. Basándome en las investigaciones más recientes revolucioné mi plato, mi mente y por ende mi vida.
Sufrí, lloré, me desesperé. Pero llegó un momento en que decidí dejar de llorar, dejar de lamentarme y preguntarme por qué a mí. Decidí tomar las riendas de mi vida y de mi enfermedad. Decidí que iba a romper con todas las estadísticas y que iba a sanar. Han pasado más de ocho años de aquel terrible diagnóstico, no hay rastro de la enfermedad y he vuelto a ser madre después del proceso, algo que no entra de lo esperado por la medicina oficial.
—En tu libro, “Mi revolución anticáncer”, hablas precisamente de una revolución frente a esta enfermedad, ¿podrías explicarnos cuáles son sus pautas principales?
Cuando me enfrenté a la enfermedad decidí investigar, decidí buscar información que pudiese ayudarme a complementar el tratamiento prescrito y decir adiós a la enfermedad. Tras revisar estudios y comprobar la relación cáncer, alimentación, emociones y ejercicio decidí revolucionar mi vida cambiando esos tres pilares. Basándome en las investigaciones más recientes revolucioné mi plato, mi mente y por ende mi vida. Todos los cambios los hice junto al tratamiento de quimio prescrito y se obró el milagro, la enfermedad desapareció para siempre y mis ovarios no se afectaron por la quimio, por lo que pude cumplir mi sueño de volver a ser madre.
—Como médico, ¿qué importancia das a la alimentación en la prevención del cáncer o incluso en tratar un cáncer en curso?
Uno de cada tres cánceres se podría prevenir con una alimentación y estilo de vida adecuado. Sabemos que una correcta alimentación durante el tratamiento ayuda a paliar los efectos secundarios de la medicación, mejorar la calidad de vida del enfermo y mejorar la efectividad del tratamiento médico, además nos ayuda a prevenir el riesgo de recidiva tras la enfermedad. Por tanto, debería ser una herramienta más, un tratamiento más de los que se les ofrecen a los enfermos. Esto no significa que te vayas a curar de un cáncer si comes de manera saludable, pero sí que te va a ayudar, es un complemento más y no se debe obviar. Al paciente diabético, al hipertenso, al cardiaco se le habla de dieta, sin embargo, al oncológico, se le suele decir “come de todo”, “come lo que quieras” y esto es un craso error.
—Desde tu experiencia, ¿qué alimentos recomendarías y cuáles eliminarías de una dieta sana y equilibrada?
Alimentos recomendados: fruta, verdura, frutos secos, semillas, legumbres, setas, aceitunas, aceite de oliva, especias, pescado y aromáticas. Alimentos a eliminar o limitar: azúcar, harinas refinadas, ultraprocesados, carne, alcohol y lácteos.
Uno de cada tres cánceres se podría prevenir con una alimentación y estilo de vida adecuados
—¿Cuáles crees que son las claves de la longevidad y salud de algunas poblaciones del mundo?
Una alimentación saludable basada en plantas, la práctica espiritual, la moderación, el ejercicio y la vida en comunidad.
—¿Qué importancia das en el proceso de salud o enfermedad al medio ambiente en donde vivimos, a los hábitos o al ejercicio?
A día de hoy podemos afirmar que el 90% de los cánceres tienen su origen en el medioambiente, en lo que comemos, respiramos y en el estilo de vida. Una vida sedentaria, basada en comida rápida, con estrés crónico, alcohol y tabaco nos hará vulnerables a la enfermedad.
—En cuanto al aspecto emocional y mental, ¿qué influencia crees que puede tener en la calidad de vida o en la salud?
Es difícil determinar el papel exacto que pueden tener las emociones sobre la salud, pero sí sabemos que las emociones negativas afectan al sistema inmune, a la inflamación y por supuesto a la calidad de vida de la persona. Hay que aprender a gestionar el estrés, aprender a vivir en el presente, buscando la calma mental para así eliminar el sufrimiento y alcanzar la felicidad.
El 90% de los cánceres tienen su origen en el medioambiente, en lo que comemos, respiramos y en el estilo de vida
—¿Crees que la meditación debería enseñarse a los niños para que desde la infancia aprendan a conocerse más a sí mismos, a manejar correctamente sus emociones y a ser más respetuosos con los demás y con la naturaleza?
Por supuesto, sería una excelente manera de mejorar el rendimiento escolar y disminuir la violencia, así como el acoso en la escuela. Poco a poco se va implantando el mindfulness con resultados increíbles.
—Hablar del tratamiento o de la curación de una enfermedad más allá de una determinada corriente de medicina oficial siempre levanta muchas voces corales en contra, quizá por falta de información o por una visión limitada de la realidad científica y médica ampliamente contrastada, pero ¿qué tendrías que decir a quienes tengan dudas de qué hacer al conocer un diagnóstico como el tuyo ante tanta información en contra o contradictoria?
El futuro en medicina es apostar por la medicina integrativa, por ofrecer al enfermo todas aquellas terapias que se haya demostrado que pueden beneficiar al enfermo, en vez de denostar todo aquello que no sea tratamiento oficial. La OMS insta a los países a instaurar la medicina tradicional dentro del sistema sanitario y esto lo están haciendo países como Suiza, Alemania, Canadá o Estados Unidos, sin embargo, en España hay reticencia y mucha desinformación. Vamos 50 años por detrás de Estados Unidos, pero la evolución es, y será, hacia la medicina integrativa porque es lo que demandan los enfermos y porque somos cuerpo y mente, no podemos separarlos, y para sanar tenemos que tratar el cuerpo y tenemos que tratar la mente. A los que critican, a los que desprestigian todo lo que no sea la medicina oficial les pediría que se informaran, que buscaran estudios científicos y que estudiaran medicina antes de hablar de cómo se debe tratar una enfermedad cuando no eres médico. Yo no opino sobre el trabajo de un físico, un bombero o un fontanero, simplemente porque no sé, no tengo formación, de lo que sé es de medicina y de enfermos.
Las emociones negativas afectan al sistema inmune, a la inflamación y por supuesto a la calidad de vida de la persona
—Para terminar, ¿qué mensaje de esperanza puedes trasladar a quienes les han diagnosticado un cáncer u otra enfermedad y no saben cómo enfrentarse a esa situación o qué camino tomar?
Que se mantenga en la esperanza, cada día son más las personas que superan la enfermedad. Que intente centrarse en cuidarse, mimarse y aprovechar cada instante.
Aprender a gestionar el estrés, aprender a vivir en el presente, buscando la calma mental para así eliminar el sufrimiento y alcanzar la felicidad
Artículo publicado en la Revista Vivo Sano nº22