¿Cómo influye nuestra actitud en la búsqueda de un estilo de vida saludable?
Un estilo de vida saludable lo determina en gran medida seguir una dieta balanceada, practicar actividad fisica y manejar adecuadamente el estrés y las tensiones que afrontamos todos los días.
Y es que velar por nuestro estado de bienestar emocional y psicológico es fundamental para el mantenimiento de nuestras capacidades cognitivas, el desarrollo de relaciones sociales de calidad y para afrontar con carácter resolutivo retos profesionales y personales.
El estrés, el cansancio, la irascibilidad y la ansiedad son, entre otros, algunos de los signos que indican que nuestro “equilibrio mental” no está del todo en equilibrio.
Aprender a gestionar el estrés es vital para mejorar nuestro estado de bienestar integral.
Recordemos que aunque nuestra vida la podamos compartimentar en áreas (profesión, familia, pareja, crecimiento personal, salud, amigos, ocio, contribución, entre otras), somos un único individuo y debemos tratar los problemas de forma multidimensional.
Debemos buscar la manera de mantenernos activos física y mentalmente, con una buena actitud y predisposición ante la vida. Para ello, hay que empezar revisando nuestras rutinas. Nuestro carácter se fundamenta precisamente en nuestros hábitos, estructurando nuestras percepciones y nuestro mundo. No es posible que las peras crezcan en un árbol de manzanas. Si no nos gustan las manzanas y queremos peras, tenemos que sembrar un árbol diferente.
Busquemos ese punto de equilibrio entre nuestras responsabilidades y actividades, fijémonos metas claras y alcanzables. Seamos persistentes y disciplinados. Llevar una vida saludable es asunto de todos los días, y vaya que los hábitos son justamente eso, repeticiones cotidianas que asumimos. Es cuestión de actitud personal, pues saber y desear no es suficiente para conseguir cambios auténticos. La salud es un beneficio que se ofrece con facilidad a aquellos que se esfuerzan por ella.
10 IDEAS PRÁCTICAS PARA MANEJAR EL ESTRÉS Y MEJORAR NUESTRO NIVEL DE SATISFACCIÓN
1. Encuentra un espacio donde al menos durante 15 minutos al día puedas sentarte con tranquilidad, respirar profundamente, pensar en cosas placenteras y aceptar aquellas que no lo son tanto, pero que no está en tus manos cambiarlas.
2. Haz ejercicio de forma regular, aquel que más te guste, bien sea caminar, nadar, montar en bicicleta, correr, bailar…
3. Evita o intenta disminuir las situaciones o las personas que te hacen sentir disgustado. Por el contrario, busca la manera de reproducir aquellas circunstancias que te hacen sentir bien, feliz, motivado.
4. Aprende a organizar y priorizar tus objetivos de vida. Una vez que los hayas definido y te encuentres en el camino de lograrlos, experimentarás la satisfacción de la congruencia entre lo que sientes, lo que quieres y lo que haces.
5. Afronta los problemas con espíritu resolutivo, desde la proactividad. Identifica claramente qué grado de responsabilidad te corresponde para cambiar las cosas, e idea la manera de hacerlo y empieza sin dilación.
6. Recuerda sonreír. No te cortes y suelta una buena carcajada cuando escuches un buen chiste o veas una película divertida. La risa nos hace sentir felices.
7. Duerme lo suficiente. La cantidad y la calidad del sueño es muy importante. Se recomienda dormir de 6 a 8 horas por noche y hacer una rutina nocturna que te ayude a mejorar tu calidad de sueño: aléjate del teléfono móvil al menos 30 minutos antes de acostarte, lee un libro, toma una cena ligera o escucha música relajante.
8. Únete a nuevos grupos. Nunca es tarde para aprender cosas nuevas. Busca clases de escritura, de pintura o de manualidades, ya que además de ayudarte a adquirir nuevas habilidades, estimulará tu creatividad y potenciarás emociones positivas.
9. Consiéntete. Regálate un espacio para ti, puede ser una sesión de masaje en el spa, un día en la playa o un paseo por el parque. Cualquier actividad que enaltezca tu espíritu y tus logros.
10. Involúcrate en actividades solidarias, en las que con tu aporte puedas ayudar a otros. La satisfacción que se obtiene siendo generosos e involucrándose con acciones altruistas es infinitamente superior a cualquier otra fuente de felicidad.
Laura Martínez Fernández, Colaboradora del Proyecto Yo Cambio el Mundo Cambiándome Yo
Artículo publicado en la Revista Vivo Sano nº13